Las emociones suelen ser nuestras aliadas en el día a día y nos ayudan en la tarea de relacionarnos de una manera equilibrada con las personas de nuestro entorno. Sin embargo, las emociones negativas o aquellas que no logramos gestionar o incluso bloqueamos, pueden provocarnos estrés, problemas digestivos, etc. a corto plazo, y ser la causa de múltiples enfermedades a largo plazo.
Me gustaría compartir algunos consejos sencillos que suelo usar para combatir ese estrés emocional que todas hemos sufrido y que en mi caso, ha aumentado tras mi reciente maternidad. El objetivo es conseguir vivir el momento con más serenidad y equilibrio y evitar que esas emociones nos saboteen.